EL SENADO IMPONE RESTRICCIONES SOBRE LA INDUSTRIA DEL CANNABIS

El Senado aprobó ayer un proyecto que establece un marco legal más restrictivo para la industria del cáñamo -fibra que se obtiene del tallo de la planta del cannabis- como requerirles una licencia a los distribuidores y productores de las semillas.

La medida, que ahora regresaría ante la Cámara de Representantes, recibió el aval de 19 senadores y el rechazo de seis. A pesar de que forma parte del programa de gobierno del Partido Nuevo Progresista, la senadora Itzamar Peña le votó en contra.

“Cuando hablamos del cáñamo, es una fibra que se le extrae a la planta del cannabis. Tenemos que garantizar qué va a pasar con los procesos y que habrá las garantías de que no se le dará otro tipo de uso”, manifestó Peña a El Nuevo Día.

Los defensores de la incipiente industria plantean que el cannabis y el cáñamo son dos plantas distintas, pero, sobre todo, argumentan que este último no tiene propiedades sicoactivas.

“El miedo a las llamadas drogas demonizadas nos lleva a incluir una planta sin efecto sicoactivo dentro de un tratamiento de inquisición e incluirle una serie de consideraciones de monitoreo que descartan la posibilidad de que un agricultor pequeño o mediano vea en el cáñamo una vía de progreso”, denunció el senador independiente, José Vargas Vidot.

Los otros votos en contra durante la sesión de ayer fueron de los populares Eduardo Bhatia, José Luis Dalmau, Aníbal José Torres y Miguel Pereira. Bhatia solicitó sin éxito que se devolviera la medida a comisión para restituir el carácter menos restrictivo con el que salió de la Cámara.

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, consumió un turno en el que se limitó a decir que las enmiendas “atienden las preocupaciones” de diversos sectores -que no identificó- y mejoran la medida.

El Proyecto de la Cámara 1071, de la autoría de siete representantes de la mayoría novoprogresista, recibió sobre un centenar de enmiendas a su paso por el Senado.

Entre los cambios que introdujo la Cámara alta, figura el que se requiera la expedición de una licencia para cualquier distribuidor o productor de semillas. Esta persona tendría que mantener un récord detallado sobre cada venta y trámite de distribución del producto.

Otras enmiendas establecen que ningún cultivo, trabajo de investigación o manufactura podría estar a menos de 100 metros de una escuela, que el tenedor de la licencia tendrá que cumplir con una serie de reglamentos agrícolas y buenas prácticas, y tener pólizas de seguro.

Además, deberá cumplir con medidas de seguridad, como sistemas de vigilancia electrónica, contar con un guardia de seguridad en sus instalaciones, seguir las exigencias del Negociado de Transporte y Otros Servicios Públicos y tomar medidas profilácticas contra el lavado de dinero.

Fuente: ENDI.COM
Fecha: 10/10/18